Cuando se recurre a la fidelidad o bondades de una afición, mala señal, ya que con eso se quiere tapar las carencias deportivas del equipo. El Cádiz C.F. dio una penosa impresión ayer noche en Vallecas, donde salió vapuleado 3-0 y pudieron ser más.
El equipo amarillo solo vio en el campo los primeros compases del partido, y paradojas de este deporte, con el penalti fallado por los vallecanos al minuto 6. En vez de espolear a los cadistas, el conjunto de Alvaro García se desplomó por completo, sin cohesión alguna y sin apenas llegadas arriba. Los goles fueron llegando, así como las ocasiones, una tras otra.
El domingo llega a Carranza otro difícil rival, asentado en la categoría como es el Gerona de Machis. Un nuevo traspié ante los gerundenses, metería lleno de lleno al Cádiz en la zona de descenso, con la consabida nerviosera que ello acarrea.
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